A pesar de la posible mala fama que pueda tener referirse a uno mismo en tercera persona, el «diálogo interior» que cada uno podemos tener con nosotros mismos, esa conversación personal auto-reflexiva, en lugar de ser de «tú-a-tú», este diálogo dirigido hacia uno mismo en tercera persona parece según un sorprendente estudio, que puede tener implicaciones emocionales muy saludables e incidir de manera muy productiva en la resolución de problemas personales.

Evidencia convergente en estudios publicados en la revista Nature, apuntan en la dirección de que el lenguaje que utilizamos para referirnos a nosotros mismos influye en el auto-control. De manera más concreta, usar el propio nombre para referirnos a nosotros en vez del pronombre «Yo» aumenta la habilidad para controlar los pensamientos, sentimientos y el comportamiento ante situaciones de estrés.

La predicción del estudio surgió motivada por la observación de la exclusividad con la que nos referimos a terceras personas por su nombre, si esto es así, debería existir una analogía entre el uso del nombre propio y el hecho de pensar en un tercero. El uso del propio nombre llevaría automáticamente a pensar sobre uno mismo de manera similar a como pensamos sobre otra persona. Las consecuencias de esta predicción supondrían una mayor facilidad para distanciarnos de las propias emociones, y esa visión descentrada sobre los propios problemas, tal como sucede cuando efectivamente pensamos en las situaciones emocionales de otras personas. Llevado más lejos, sugiere a su vez, que el lenguaje influye de manera determinante en la forma que damos a las experiencias emocionales y cómo son representadas las emociones en la psiquismo humano.

«Por supuesto que me hablo a mí mismo. A veces necesito consejo experto». (c) someecards.

CArd

Los resultados del artículo de Moser, Jason S. y sus colaboradores (2017), publicado en Scientific Reports 7, informan de una reducción la actividad en dos marcadores del procesamiento emocional auto-referente el LPP y el córtex medial prefrontral. Más importante incluso para los fines de este estudio es que los patrones de actividad neuronal se observaron en ausencia de incrementos de la activación de control cognitivo.

¿Esto que implica? De manera muy sencilla, que la autoexpresión en tercera persona no requiere mayor actividad cerebral, y supone así menor gasto cognitivo en relación al esfuerzo que implica hacerlo en primera persona.

En el aspecto puramente técnico se comprobó la predicción pidiendo a los participantes del estudio que expresaran los sentimientos elicitados al observar imágenes agresivas (en el Estudio 1) y recordando recuerdos autobiográficos negativos (Estudio 2) usando el pronombre «Yo» o su propio nombre mientras se medía la actividad neuronal mediante ERPs (potenciales evocados relacionados con eventos) (Estudio 1) y fMRI (imágenes por resonancia magnética funcional) (Estudio 2). El Estudio 1 mostró que el empleo de la tercera persona en la conversación interior redujo los marcadores ERP. La replicación de estos resultados en el Estudio 2 demostraron que la conversación en tercera persona estaba vinculada a niveles más reducidos de activación en marcadores fMRI de procesamiento auto-referente  (p. ej, córtex medial prefrontal) cuando los participaban se referían a recuerdos negativos sin elicitar niveles aumentados de actividad en marcadores establecidos fMRI de control cognitivo. Apunta a que utilizar el nombre propio disminuye la actividad de la amígdala al haberse observado una reducción en estos marcadores neurales.

Tomados de manera conjunta, estos resultados sugieren que la conversación interior en tercera persona puede constituir una forma relativamente fácil de auto-control en el sentido de consumir pocos recursos mentales al no implicar la necesidad de requerir el uso de redes de neuronas pertenecientes a regiones del cerebro típicamente implicadas en el control cognitivo de las emociones.

Moser, Jason S. and Dougherty, Adrienne and Mattson, Whitney I. and Katz, Benjamin and Moran, Tim P. and Guevarra, Darwin and Shablack, Holly and Ayduk, Ozlem and Jonides, John and Berman, Marc G. and Kross, Ethan. Third-person self-talk facilitates emotion regulation without engaging cognitive control: Converging evidence from ERP and fMRI. Scientific Reports (2017) (7), 1.

Javier M. Pérez